Historia de un pañuelo
Por Irma Alma Ochoa Estaba tan absorta bordando tu nombre que una puntada cosió la piel de mi dedo índice a tu pañuelito. Me di cuenta cuando intenté dar vuelta a la costura para anudarla. Glenda Yanira Medrano Solórzano, nunca coincidimos ni nuestros caminos se cruzaron, yo soy mayor y tú eras joven; yo estoy